Aquí os dejo los veroso que mi hermano Nicolás ha compuesto para un trabajo de literatura en su Instituto. Tiene 12 años, y apunta maneras para pregonero en el 2035.
Un sentimiento a la vista
Que sale del corazón
Y me hace sevillista
A Glasgow voy en avión
Ya tengo hecha la lista:
La entrada, el pan, el jamón
Todo lo bueno que exista,
Pues voy con mis dos hermanos,
Con Carlos y Richi, el jurista.
¡Piloto, despega ya!
Es usted un peazo artista,
Lleve deprisa este pájaro,
No hay paciencia que resista,
Que el Sevilla está esperando
Para hacer sonar acordes
Que suenan a violinistas,
Para llevarnos la UEFA
Para que suene la flauta
Sin que toque ni un flautista
Para invertir en Nervión
Para hacer más accionistas
Del sentimiento del fútbol
Que al del lugar y al turista
Le rompen el corazón
Cuando suena la canción:
Sevillísta yo nací,
Y moriré sevillísta
jueves, mayo 31, 2007
miércoles, mayo 30, 2007
En mi vida siempre habrá, por Jesús Alvarado
Os transcribo el artículo que publicó en su blog, el 25 de mayo, Jesús Alvarado (www.jesusalvarado.com). No he querido colgarlo antes para no quitarle protagonismo a su blog.
En mi vida siempre habrá
Pasarán los años.
Llegarán, es posible, momentos amargos que me hagan retornar al pasado que siempre fue presente en mi vida de sevillista antes de aquel mágico 10 de mayo de 2006.
Viviré, seguro que sí, temporadas sin copas levantadas, sin semifinales que terminen bien, sin Finales con mi Sevilla presente.
Pero en mi vida ya siempre habrá un italiano bendito remachando con toda su rabia un balón muerto en la frontal del área pequeña de un equipo inglés, un zurdazo lejano de ese salernitano que nos cambió la vida, un remate de un gigante malí, un cabezazo de aquel brasileño que siempre aparecía en los grandes momentos.
En mi vida ya siempre habrá un jueves de Feria rematado por cohetes y por fuegos artificiales reventando el grito contenido por décadas de Sevillismo, y una colina empapada en carmesí, y una nube de estrellitas rojas, de estrellitas blancas que en forma de papelitos quisieron bajar del cielo en aquella noche holandesa.
Siempre habrá ya en mi vida una figura negra, inmensa, cayendo a su derecha, y un guante blanco emergiendo entre las sombras para detener aquel balón que nos volvía a hacer grandes entre los grandes en el Estadio Nacional de Escocia.
Y siempre habrá un portero corriendo hacia su gente, cada zancada un cántico de Gloria, cada brazo que lo atrapa un corazón que explota, cada una de las cientos de miles de miradas clavadas sobre su figura de héroe de otros tiempos un gracias, gracias, gracias…
En mi vida ya siempre habrá una noche monegasca en la que el grande de Europa se conviritó en pequeño al cruzarse con el grande entre los grandes, y un gol de cabeza en el frío de Ucrania que nos devolvió la Fe casi extinguida.
En mi vida ya siempre habrá copas de plata surcando ríos de Gloria, copas de plata a los pies de La Giralda, copas de plata bajo el cielo de Sevilla, y mares de Sevilla por las calles sevillanas.
En mi vida siempre hubo, siempre habrá, un escudo de tres picos, de tres santos, de tres letras.
Un escudo de once barras, barras blancas, rojas barras y el amor a un sentimiento que por fuerza se me escapa.
Y porque en mi vida siempre habrá todo esto que te cuento es por lo que sé que ni me debes ni te debo.
Si te debía ya te lo pagué, si me debías ya ni me acuerdo…
Sólo queda, nada más quiero, seguir a tu lado hasta el último momento, sea lo que sea lo que el destino nos depare, soplen como soplen los vientos.
Yo ya tengo, mi Sevilla, mágicos finales para todos mis cuentos.
Tú ya hiciste realidad los mejores de mis sueños.
Así que vamos, mi Sevilla, hasta el final de los tiempos, juntos siempre, cuerpo a cuerpo, que en mi vida siempre hubo, siempre habrá, fuerzas para decir, para gritar que te quiero.
En mi vida siempre habrá
Pasarán los años.
Llegarán, es posible, momentos amargos que me hagan retornar al pasado que siempre fue presente en mi vida de sevillista antes de aquel mágico 10 de mayo de 2006.
Viviré, seguro que sí, temporadas sin copas levantadas, sin semifinales que terminen bien, sin Finales con mi Sevilla presente.
Pero en mi vida ya siempre habrá un italiano bendito remachando con toda su rabia un balón muerto en la frontal del área pequeña de un equipo inglés, un zurdazo lejano de ese salernitano que nos cambió la vida, un remate de un gigante malí, un cabezazo de aquel brasileño que siempre aparecía en los grandes momentos.
En mi vida ya siempre habrá un jueves de Feria rematado por cohetes y por fuegos artificiales reventando el grito contenido por décadas de Sevillismo, y una colina empapada en carmesí, y una nube de estrellitas rojas, de estrellitas blancas que en forma de papelitos quisieron bajar del cielo en aquella noche holandesa.
Siempre habrá ya en mi vida una figura negra, inmensa, cayendo a su derecha, y un guante blanco emergiendo entre las sombras para detener aquel balón que nos volvía a hacer grandes entre los grandes en el Estadio Nacional de Escocia.
Y siempre habrá un portero corriendo hacia su gente, cada zancada un cántico de Gloria, cada brazo que lo atrapa un corazón que explota, cada una de las cientos de miles de miradas clavadas sobre su figura de héroe de otros tiempos un gracias, gracias, gracias…
En mi vida ya siempre habrá una noche monegasca en la que el grande de Europa se conviritó en pequeño al cruzarse con el grande entre los grandes, y un gol de cabeza en el frío de Ucrania que nos devolvió la Fe casi extinguida.
En mi vida ya siempre habrá copas de plata surcando ríos de Gloria, copas de plata a los pies de La Giralda, copas de plata bajo el cielo de Sevilla, y mares de Sevilla por las calles sevillanas.
En mi vida siempre hubo, siempre habrá, un escudo de tres picos, de tres santos, de tres letras.
Un escudo de once barras, barras blancas, rojas barras y el amor a un sentimiento que por fuerza se me escapa.
Y porque en mi vida siempre habrá todo esto que te cuento es por lo que sé que ni me debes ni te debo.
Si te debía ya te lo pagué, si me debías ya ni me acuerdo…
Sólo queda, nada más quiero, seguir a tu lado hasta el último momento, sea lo que sea lo que el destino nos depare, soplen como soplen los vientos.
Yo ya tengo, mi Sevilla, mágicos finales para todos mis cuentos.
Tú ya hiciste realidad los mejores de mis sueños.
Así que vamos, mi Sevilla, hasta el final de los tiempos, juntos siempre, cuerpo a cuerpo, que en mi vida siempre hubo, siempre habrá, fuerzas para decir, para gritar que te quiero.
sábado, mayo 19, 2007
El paraddón de Palop
Desde este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=UFwWYHwACak
podeis ver el paradón de Palop, grabado desde mi cámara en el estadio Hampdem Park, que le dio su segunda UEFA CUP consecutiva al Sevilla F.C.
A mi lado están Luis Alonso y el niño Juanma, quien todavía tiene pendiente presentarme a su prima.
http://www.youtube.com/watch?v=UFwWYHwACak
podeis ver el paradón de Palop, grabado desde mi cámara en el estadio Hampdem Park, que le dio su segunda UEFA CUP consecutiva al Sevilla F.C.
A mi lado están Luis Alonso y el niño Juanma, quien todavía tiene pendiente presentarme a su prima.
viernes, mayo 18, 2007
Glasgow 2007
Otra Uefa Cup. Bonita ciudad. Encantadores sus habitantes. Preciosas sus mujeres. Magnífico estadio de fútbol. Una plaza, George Square, que recordará por siempre a la afición Sevillista. Allí llegamos de Nervión un 16 de mayo, embrujamos a los escoceses, los hicimos sevillistas, ganamos la UEFA, y nos volvimos a nuestra ciudad con un sabor a Güisqui de malta en el paladar que tardaremos en olvidar. Dice el himno "Flor de Escocia":
Oh, flor de Escocia ¿Cuándo veremos otra como tú? Que luchó y murió por tus pequeñas colinas y valles. Y resistió al ejército del orgulloso Edward y lo envió a casa a pensárselo mejor. Ahora las colinas están desnudas y las hojas del otoño yacen amontonadas e inmóviles sobre la tierra que se perdió y por la que con tanto amor lucharon y resistieron al ejército del orgulloso Edward y lo enviaron a casa a pensárselo mejor. Esos días ya pasaron y en el pasado deben quedar, pero todavía podemos erguirnos y ser de nuevo la nación que resistió alejército del orgulloso Edwardy lo envió a casa a pensárselo mejor.
Es un himno que recuerda a los ingleses que el pueblo escocés, tras la muerte de William Wallace, formó un ejército al mando de Robert the Bruce para expulsar a Eduardo Longshanks de sus tierras. A ese ejército lo llamaron "la flor de Escocia".
Nuestro ejército, al mando Juande Ramos, es ahora mismo invencible. Solo favores arbitrales pueden derrotarlo. La flor de Nervión siembra el terror por los campos de Europa. Dos Uefas, una supercopa de europa. En la final de la Copa del Rey. A dos puntos de ganar la liga. El 30 de agosto nos espera la supercopa de europa. ¡Qué año! (¿el del centenario?)
domingo, mayo 06, 2007
La Felicidad
Gala, en su novela "El Manuscrito Carmesí", premio de Novela 1990, cuenta la vida de Boabdil, el Zagoivi (el desventurado). En uno de los cuentos que el autor intercala en su novela, narra que a un Sultán, poseedor de las más grandes riquezas, de los mejores palacios, de las mujeres más hermosas, de los más brillantes rubíes, de las más vastas extensiones de tierra, a ese sultán le preguntó en su vejez su asesor: - ¿Mi señor, has sido feliz en tu vida? A lo que éste respondió: - Catorce días. Pero pensándolo bien, rectificó inmediatamete su respuesta y añadió: -No consecutivos.
De ahí la importancia de la felicidad. El Profesor Olivencia, en su discurso de despedida de las aulas (y pertura del curso 1999/2000) dijo en su conclusión. "El tiempo es un bien escaso, como dicen los economistas, por eso importa aprovecharlo. Que lo malo del tiempo, no es el envejecimiento que causa, sino la rapidez que que se escapa".
Por todo ello, es imprescindible, que en corto espacio de tiempo que es la vida del ser humano, uno trat de ser lo más feliz que sea posible. Por eso iremos todos a Glasgow, a presenciar por segundo año consecutivo la final de la UEFA CUP. Si el Sevilla F.C. gana, sermos inmensamente felices. Si pierde, nos tendremos que conformar con ser felices semanas despúes, ganando la Copa del Rey y la liga.
En las fotos veis algunos ejemplos clarísimos de felicidad.
jueves, mayo 03, 2007
Te quiero Glasgow, voy a verte
En 12 días estaré allí. LLegaré por la mañana, estaré contigo, te daré lo mejor de mí y volveré al día siguiente, con la Copa que cambió nuestras vidas debajo del brazo. Es tan bonita, que para cogerla hay que abrazarla, ya lo sabes, pues estás con ella desde hace unos meses.
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