lunes, mayo 12, 2008

¡AY, SI ELLA ENTRENARA!



¡ay, si ella entrenara!

Hay deportistas geniales, tienen un don, un gen, que les hace destacar sobre los demás sin necesitar esfuerzo, sin mostrar cansancio. Son deportistas que se cuidaron, que se entrenaron duro y alcanzaron la cima en sus deportes, batiendo marcas que perduraron años en el recuerdo. Induráin, Armstrong, Pelé, Alí, Gebreselassie, Bubka, Senna.

Hay otros deportistas más geniales aún, a los que la naturaleza los hizo técnica y físicamente superiores, pero que de descuidaron, que confiando en su genialidad no demostraron todo su potencial en su carrera deportiva, solo a cuentagotas, porque no quisieron, no pudieron o no fueron lo suficientemente constantes como para dar unos años de su vida a cambio de la gloria deportiva. Es la frase tan repetida de “si se hubiera cuidado...”. Mágico González, el astro salvadoreño, que prefería dormir a entrenar. Maradona, que vendió su fútbol a cambio de droga. George Best, que se retiró a los 26 años para invertir su dinero en fiestas y mujeres (el resto del dinero lo despilfarró, según él).

En el tiro olímpico sevillano tenemos a una tiradora, que tiene el don de levantar el arma como la que esgrime un florete, no para la pistola, pero aprieta el disparador cuando en ese zig-zag que hace la walther en su descenso, pasa en una milésima de segundo por la zona del 10.

¡Ay, si ella entrenase! Pero no quiere. No lo ha hecho nunca. Vendió sus dieces por estar con sus hijos. Cambió sus medallas y la gloria que pudo obtener por la compañía de los suyos.

¡Ay, si ella entrenara!, ¡Ay, si en vez de dedicar esas horas a su casa, hubiese sacado una horita para la pistola! ¡Ay, si en lugar de traer tres bolsas del supermercado hubiera traído solo una! ¡Ay, si las horas de tomar lecciones, de educar a hijos, de llevarlos a todos sitios, de ser tan buena madre, hubiera dedicado solo un 10% a la pistola. ¡Ay!

Pero no lo hizo. Dedicó sus horas a su casa, a los suyos. Y sin embargo, ahí está. Ganando cuando le da la gana. Con calibre 32. Primera clasificada. Por detrás de ella todos. La que en buenhora nació y en mejor hora empuñó un arma. El azote de la CAMORRA. El orgulllo de sus hijos. La admiración del tiro andaluz, la envidia de los envidiosos. Felicidades mamá.

Rosa Valentín, 540 puntos en Fuego Central. Mejor tiradora del Club CAMORRA 2008 pase lo que pase en el resto de competiciones.

Os adjunto el acta de la competición unos versos del poeta argentino Pedro Palacios “Almafuerte”(1854-1917).

Si te postran diez veces, te levantas otras diez, otras cien, otras quinientas.
No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas.
No te des por vencido, ni aun vencido, no te sientas esclavo, ni aun esclavo.
Trémulo de pavor, piénsate bravo, y arremete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo.
No la cobarde estupidez del pavo que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios que nunca llora; o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza necesita del agua y no la implora....
Que muerda y vocifere vengadora, ya rodando en el polvo, tu cabeza.