viernes, noviembre 25, 2011

Novela póstuma

Eso de escribir sabiendo que cuando se publique la novela tú ya no vas a estar en este mundo tiene que ser una gozada. Lo agustito que se tiene que quedar uno largando fiesta y poniendo a cada uno en su sitio. ¿Os imagináis el post póstumo de este blog? Lo que le dijo el Conde Albritz a Lucrecia en el Abuelo "Yo también lo haría, si el perdón y el desprecio pudieran ir juntos", iba a ser música celestial comparado con lo que se iba a escuchar aquí.

Todo ésto viene al cuento porque vuelvo a tener entre mis manos una novela que leí hace ahora once años. "Omertá", la novela póstuma de Mario Puzzo, sí, el autor de "El Padrino". Puzzo, que de mafia por lo visto sabía un rato, nos dejó líneas como éstas que os pongo, y el lector al leerla piensa en la socarrona sonrisa con la que debe estar mirando a esos personajes "ficticios" sobre los que escribía:
"En el pedregoso pueblo de Castellamare del Golfo, asomado al oscuro Mediterráneo, yacía moribundo un importante Don de la mafia. Vincenzo Zeno [...]. A su lado se encontraban tres de sus antiguos secuaces que habían adquirido fama y poder por méritos propios: Raymonde Aprile de nueva York, Ottavio Bianco de Palermo y Benito Craxxi de Chicago." [...] "Marriano Rubio era un hombre que tocaba muchas teclas, todas ellas revestidas de oro puro [...]. Estaba implicado en el tráfico ilegal de tecnología a China".

Casi ná.

jueves, noviembre 24, 2011

Hasta los más feroces guerreros han llorado.

Los ojos de Mío Cid fuertemente van llorando,
atrás vuelve la cabeza y quedábase catándolos.
Y vio las puertas abiertas, los postigos sin candados,
las alcándaras vacías: sin las pieles ni los mantos,
ni los halcones de caza, ni los azores mudados.
Suspiró Mío Cid Ruy Díaz, que él ha muy grandes cuidados.
Habló entonces Mío Cid, tan bien y tan mesurado:
"¡Gracias te doy, Señor Padre, a tí que estás en lo alto!
Ésto hicieron contra mí mis enemigos malvados".

Cantar de Mío Cid. S. XII.