domingo, marzo 04, 2007

Luna sevillista

A las 11:45, el satélite que acompaña a nuestro planeta tierra desde que el Creador así lo dispuso, cambió su color. Se despojó de la camiseta blanca del Reino de Castilla y se puso la carmesí de los Omeyas. Como la segunda equipación del mejor equipo del mundo este año es anaranjada, la Luna, Sevillista, tornó su color carmesí ensangrentado por el anaranjado de la camiseta de Joma.

No hay nada escrito. 0-1 en contra. Expulsión de Aitor Ocio. Penalty a favor del Barcelona. Imposible. Pero no hay nada escrito. "Dicen que nunca se rinde", reza una estrofa del himno del centenario. "El equipo de la casta y el coraje" dice la letra del otro himno. Son los hombres los que escriben su propio destino. La vida es cuestión de decisiones, aceertadas o equivocadas que nos llevan a un sitio o a otro. Si el linier pita fuera de juego en el pase a profundidad de joulý. Si Poulsen no cede el balón atrás y propicia el Penalty de Ocio. Si Palop, no llega a estirar su pierna para parar el penalty. Decisiones. El bien y el mal. Acertar o Errar. Un partido 0-1 con un hombre menos ante el Barcelona y un penalty a tirar en contra por el mejor jugador del mundo.

No hay nada escrito. Fe. Creer (en hindoerupeo su significado es "dar el corazón"). Un corazón que late gritando Sevilla. Un Sevilla líder de la liga de las estrellas. Un Sevilla que en 8º de final defiende su título de Campeón de Europa. Y a un paso de las semifinales de la Copa del Rey.

No hay nada escrito. El Sevilla escribe su propia historia día a día, victoria a victoria. La Luna fue testigo. Cambió el blanco por el rojo. Tenga el color que tenga, es sevillista.