domingo, agosto 26, 2007

Ha muerto Antonio Puerta


A Antonio Puerta, el sábado 25 de agosto se le paró el corazón. Varias veces veces. No estaba acostumbrado a que su equipo fuese perdiendo. Iba el partido 0-1, ganando el Getafe, y la emoción le pudo. Su corazón dejó de latir, y los de 44.500 espectadores también. Dragutinovich tuvo que ponerle de costado e impedir que se tragase la lengua. Antonio se levantó, se puso en pié, se agarró a la vida cuando la vida se le escapaba. Hoy, 28 de agosto, fallos multiorgánicos provocados por las paradas cardíacas han acabado con su vida. Tenía 22 años e iba a ser padre dentro de poco. Internacional absoluto con la selección española. Canterano. Sevillista. De Nervión. Vivía a 100 metros del Ramón Sánchez Pizjuán. Su abuelo fue fundador del Sevilla F.C. No se puede ser de otro equipo.

La Consolación de Nervión pagó la cláusula de rescisión y se llevó a Puerta. La próxima vez que vista la camiseta del Sevilla será en el cielo. En el tercer anillo el Ramón Sánchez Pizjuán. Y seguirá viendo a su equipo ganar títulos. Dios quiera que su hijo, que nacerá en 6 semanas, crezca sano y fuerte, y algún día vista el dorsal 16 que su padre se llevó al cielo. Hacia allí va un joven sevillista zurdo, muy rápido, con clase, de la escuela sevillana. Los que lo conocieron dicen que era risueño y buena persona. Hizo feliz a mucha gente con aquel gol el 27 de abril de 2006 que nos clasificó para la 1ª final europea de nuestra historia y nos metió en la gloria. En la Gloria del Cielo recíbelo Dios, y sitúalo en el lugar que ocupan los nuestros, en lo más alto.

Os dejo el enlace con el vídeo de los tres últimos minutos de la final de la Supercopa de Europa 2006, en Mónaco, que grabé con mi cámara. Puerta coge un balón robado por Kanouté y se va de 4 rivales hasta plantarse solo ante el portero. Se conoce desde entonces como la "Puertinha".

http://www.youtube.com/watch?v=Qo99yJg-hQc

martes, agosto 21, 2007

Supercopa de España 2007.
















I.- Antecedentes. Madrid. 19 de Agosto de 2007. Final de la Supercopa de España. Estadio Santiago Bernabéu. El Real Madrid, el más afamado equipo de los pueblos de Córdoba, de Badajoz, de Jaén, etc, recibe al Sevilla F.C., el club de Nervión. Se recibe al mejor equipo del mundo 2006, al supercampeón de Europa, al bicampeón de la UEFA CUP. El equipo de la capital del Reino, tiene que remontar un 1-0 logrado por los sevillistas en el partido de ida.





II.- Presagios. Comida en Trujillo. Plaza con estatua ecuestre de Pizarro blandiendo espada. Quemó sus naves al desembarcar en América. “Cumpliremos nuestro objetivo o moriremos”, les dijo a sus hombres. Y lo hizo. El Sevilla va a Madrid y su técnico ha dicho que no se encerrarán. Jugarán al ataque, es el único juego que saben hacer. Golearán, o perderán la Supercopa.

En la mañana del día del partido, otro presagio: caballería pesada española en la sala de Armería del Palacio Real. Tiembla la tierra a su paso. Juegan Martí y Poulsen en el centro del campo. Nadie pasa por allí. Es la caballería pesada del equipo de la casta y el coraje.

III.- Juramentos. Noche mágica en Madrid. La noche anterior también lo fue. Hubo más magia si cabe en las vísperas. No se puede estar en mejor compañía. Recuerdos de Glasgow en el paladar. Copas gratis. Viejo sí, y trolo también. ¿Dónde hay que firmar para que ciertas cosas nunca cambien? Dos juramentos. Relacionados los dos. Yo estaré contigo y tú serás sevilista. Amén.

Estadio Bernabéu. El Sevilla salió al campo con caballería pesada, le metió 5 chícharos a los galácticos y se marchó con la Supercopa de España. Caras tristes camino de Extremadura y de la Andalucía profunda. La sonrisa de siempre en los de Nervión. La sonrisa de Eindhoven, la de Mónaco, la de Glasgow, la de Madrid, la de la Macarena. La sonrisa con la que soñaron generaciones de sevillistas durante décadas, la que se hizo eterna aquel mes de mayo en Eindhoven. El socio 41.308, nacido el 18-N de 2006 cuando su equipo era líder de la liga, sonríe también. Se acuerda de su padre. Nació siendo supercampeón de Europa. No ha cumplido un año y ha visto levantar 3 copas más. Sólo siendo sevillista se puede presumir de eso. Ni siendo del Milán, ni del Madrid, ni del Chelsea, ni del Manchester United, ni del Barcelona. Sevilla F.C. Sólo Sevilla F.C. Es la diferencia de ser grande y ser el más grande.

IV.- La evangelización. El que para mí ha sido el mejor slogan de las campañas de abonados, ha sido “¿se puede ser de otro equipo?” No. No se puede. El caso de Madrid es para estudiarlo. Simpatizante del equipo de la carretera de Cádiz a la derecha, antes de llegar a Bellavista. Va al Bernabéu, al partido de vuelta de la Supercopa de España. Viste la camiseta de la Champions. Blanco nieve con la cruz de San Jorge en Carmesí y el escudo de las once barras, cinco rojas y seis blancas, bordado en oro en el pecho. Siente algo en su corazón al ocupar su asiento. Mira arriba a su izquierda y ve a los biris. No se sabe sus canciones, pero un sentimiento de emoción le embarga. Mira a su derecha y aprieta la mano de quien está a su lado. Noventa minutos después, dejándose la garganta, grita “Vamos mi Sevilla, vamos campeón”. Ya no le late su corazón, le late el escudo. Ahora comprende que el mayor título no es la liga, ni la Copa, ni la UEFA, ni las Supercopas. El mayor título, es ser sevillista. Lo será hasta la muerte.

V.- Prueba. Una vez más, os dejo prueba documental de todo. Incluidos los vídeos del penalti de Kanouté (1-3) y del final del partido, en el que un Bernabéu vacío, humillado y abochornado, sufría los olés sevillistas, al compás de los pases de sus jugadores, que toreaban al Madrid con un fútbol de filigrana, de sabor de las yemas de San Leandro en el paladar, de tacto de terciopelo bordado en oro. Un fútbol que ahora se ha dado en llamar el tiki-taka, pero que se inventó en Nervión hace mucho, y que lleva por nombre, “la Escuela Sevillana”.





Para ver los vídeos, aquí tenéis los enlaces:










martes, agosto 14, 2007

Londres 2007






En el año de Nuestro Señor de 1588, el almirante de Castilla Don Álvaro de Bazán, marqués de Santa Cruz, era el designado para comandar la Armada Invencible. Su plan era destrozar la flota inglesa fondeada en Plymouth, ya que no podía maniobrar al tener el viento en contra. Los nuestros, a barlovento con mayor maniobrabilidad y potencia de fuego, dejarían el camino libre a a los 30.000 soldados que deberían desembarcar en el Condado de Kent y conquistar Inglaterra. Como explica Pérez Reverte, en su novela "Trafalgar" eso de estar a barlovento o a sotavento en una batalla es importante: Estar a sotavento o a barlovento del enemigo no es lo mismo, y las dos cosas tienen venajas e inconvenientes. Estar a sotavento, por ejemplo, permite disparar con las baterias bajas, zaca, zaca, zaca, pues la escora inclina el barco para la banda opuesta y no entra al agua por las portas; y también hace posible que los barcos propios desarbolados o maltratados se retiren de la acción y se refugien tras la línea, que los barcos enemigos dañados e indefensos sean empujados por el viento hacia tus cañones para que termines de joderles a gusto, y que toda la escuadra propia, si vienen chungas, aproveche el viento para largarse con la música a otra parte. Suelta paño y adios, orrevuar, gudbay. La pega, colegas es que a sotavento los inconvenientes son más que las ventajas; estar de lado de barlovento le permite al enemigo atacar a sus anchas, sin despeinarse, mientras que a ti estar bajo su viento te esparrama vivo: dificulta la aproximación, el abordaje o el doblarle la línea; también aumenta tu riesgo de incendio porque las chispas y los tacos ardiendo de los cañonazos propios y ajenos pueden venirte encima, además de cegarte el humo del enemigo y de tus propias baterías [...]. Además, si los barcos que están a barlovento navegan bien de bolina, o sea, son capaces de ceñir el viento navegando casi contra él, con este se les da caza; y si lo que quieren es atacar, tener el viento a favor les permite elegir dónde, cómo y cuándo...


Pero el Marqués de Santa Cruz fallece poco antes de la partida, y es sustituido por el incompetente Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga VII Duque de Medina Sidonia, que se define asimismo como hombre no de mar ni de guerra.


Los segundos al mando, Flores Valdes, Oquendo y Recalde sugirieren al comandante de la flota copar a los ingleses mientras se encontraban incapacitados en el puerto, pero Medina Sidonia, llevado por la obediencia ciega a su rey, tenía unas directrices inamovibles a seguir: reunirse a toda costa con las tropas que esperaban en Flandes y lanzarse sobre Inglaterra en cuanto les fuera posible.


El final de la historia es por todos conocida. La Invencible bordeó la isla de la Gran Bretaña y la de Irlanda, y fue destrozada por los temporales. No fue una victoria inglesa, sino un desastre español.


419 años después, el que suscribe, junto con su compadre Luis, desembarcaron en Londres, y dejaron huella de su sevillanía y arte torero. Por el momento no puedo dar más detalles. Todo apunta a que habrá otro desembarco. La próxima vez el nivel de inglés será más alto y estará conmigo la de Escoberos y Parras. Os dejo, como siempre, prueba documental de ello.