miércoles, julio 18, 2007

Sobre mi amigo Javier (por el poeta Enrique Delgado)



ACTA DE NOTORIEDAD DE DON FRANCISCO JAVIER MORENO ORTEGA


Se inicia el día 16 de junio de 2007. Se concluye y protocoliza el 16 de junio de 2007.


NÚMERO 1.-

En el campo de la Federación de Tiro Olímpico de Camas (Sevilla) a 16 de junio de 2007.


Ante mí, Nicolás Domínguez Monís, Abogado de esta captal y de su Ilustre Colegio, Presidente del Club de Tiro C.A.M.O.R.R.A.


COMPARECEN


Los miembros del Club de Tiro, todos mayores de edad, deportistas, convecinos de nuestra hermosa ciudad, que fueron todos amigos y gozaron la amistad, de este hombre tan querido, y por todos conocido, por su carácter jovial.


Intervienen de verdad en propio nombre y derecho, y yo ratifico el hecho del legítimo interés que asiste a sus compañeros, desde el último al primero, quieren honrar a Javier, porque quieren exponer y se avienen a otorgar, todos juntos y a la vez, en acto solemne y serio, con unánime criterio, acta de notoriedad, y


EXPONEN


I.- Que fueron muchos los dones de nuestro Javier Moreno, un hombre sencillo y bueno, de trato afable y humano, español y sevillano, modelo de simpatía, de talante generoso, era un verdadero gozo estar en su compañía, se pasaba todo el día inventando travesuras, y sin embargo sabía si la ocasión requería, mantener la compostura. Amante de la cultura, del vino y la buena mesa, admiraba la belleza del género femenino, damos fe los que le vimos, aquel venturoso día, comprando con alegría su caja de langostinos, cuando venía de caminoo, de un campeonato de tiro, del Puerto Santamaría.


II.- Puede que José María, o quizás Rafael Guerrero, nos pudieran aclarar, el origen y motivo del sobrenombre torpedo que definía a nuestro amigo. Nunca fue un apelativo con mñás acierto encajado, Javier era un explosivo de muy profundo calado.


Siempre iba recargado de amistad y comprensión, aquéllos que lo trataron aun conservan su calor, era irónico y guasón, apasionado y locuaz, siempre y en toda ocasión hablando de su afición, recargar y disparar, sus señas de identidad, su conocida obsesión, recoger y acumular casquillos y munición.


III.- Más debemos reflejar en este acto, y en texto protocolario, que Javier era Notario, o al menos lo parecía, y no es ninguna osadía ni una falsa atribución, porque Javi concía a fondo la profesión.


Él era nuestro asesor en temas hipotecarios, en derecho sucesorio, en tributaciónfiscal, en leyes y reglamentos, Registros de Propiedad.


Más que Notario, notorio era su conocimiento, él siempre estaba dispuesto a informar a sus amigos, muchoso somos los testigos de su modestia y rigor, atendiendo una consulta detrás de su ordenador, su frenética labor, mientras pulsaba el teclado, sus atenciones, su agrado; y es que el homenajeado era un gran trabajador, un huracán, un tornado, un torpedo, sí señor.


IV.- Él se sentía español y adoraba a su bandera, no es que nuestro amigofuera patriotero ni sectario, ni agresivo ni falsario, ni gallito de pelea, era un hombre extraordinario defendiendo sus ideas, todos los recordaremos en franca conversación, con su buen puro en la boca, con su cubata de ron, su camiseta sin mangas, el águila de blasón que resaltaba en la hebilla de su anchio cinturón, y ese gesto de su cara y esa forma de expresión cuenado elevando las cejas entre cínico y burlón, te ofrecía una confidencia bajando el tono de voz.


V.- Que él era un buen tirador, nadie lo puede negar, competidor informal, su deporte, diversión en pura fraternidad.


Él tiraba por jugar y por quemar munución y si llegaba a ganar alguna competición, se reía de su suerte, qué lástima que la muerte tan implacable y certera se llevara al campeón cuando brotaba la flor del naranjo en primavera. Porque no dejó siquiera transcurrir Semana Santa, y fue su impaciencia tanta, tan cruel y tan desmedida, que dejó abierta una herida que aún nos quema el corazón que sea nuestro dolor a modo de despedida, una condecoración que Javier nos regaló cuando se fue de partida.


Como fue ejemplo de vida, los presentes ME REQUIEREN para que en forma fehaciente, verifique y asevere, los hechos que se refieren, que son notorios y ciertos.


Es un honor que yo acepto y en su presencia, la Peesidencia admite el requerimiento.


Digo, que el consentimiento fue libremente prestado, legítimo y adecuado, y así será consignado en público documento. Y para que tenga efecto, el día de la fecha, en este Campo de Tiro, conmigo, lo rubrican sus amigos, que quieren rezar por él.


Doy fe, que tu última victoria, será encontrar en la Gloria, al Señor del Gran Poder.



Este texto, redactado por Enrique Delgado Pérez, fue rubricado por todos los amigos de Javier Moreno, que acudimos a su competición homenaje el día 16 de junio de 2007.