Se algo de tiro olímpico. Fui campeón de España juvenil de carabina de aire individual y por equipos. Tengo marcas de tirador de primera categoría en casi todas las modalidades en las que he competido. Pistola y carabina de aire, fuego central y pistola estándar. También se algo de derecho. Soy Abogado en ejercicio desde 1.999 y antes de serlo recibí las enseñanzas de mi padre, también Abogado, como él las recibió de mi abuelo, Abogado, cómo no, y aquél de mi bisabuelo (que fue Procurador). Los que me conocen saben que sólo hablo o escribo de lo que se. Y lo que cuento en este post, vive Dios que es verdad, que es una vergüenza, una sinrazón, una patada a la justicia, a los principios más elementales del derecho y una vulneración de los más elementales principios democráticos de la sociedad moderna.
Ahora que la igualdad es el principio orientador básico de la política española, con la creación del Ministerio de la Igualdad, quiero exponer un caso de discriminación contra la mujer que creo que pasa inadvertido para los poderes públicos, ya que si no fuese así, y los actos de la Federación Andaluza y Española de tiro olímpico estuviesen amparados por la Administración, estaríamos ante uno de los mayores escándalos de la historia del deporte español. El caso es real, y es el siguiente.
El tiro olímpico es un deporte con muchas modalidades, algunas olímpicas, y otras deportivas. En lo que a la disciplina de precisión se refiere, tenemos modalidades de pistola deportiva, también llamada pistola damas, en la que únicamente compiten mujeres, y los junior, con calibre 22 y una pistola de determinadas características, a una distancia de 25 metros, modalidad cuya competición consta de 60 disparos, a unas dianas de determinadas medidas.
Hay otras modalidades, como por ejemplo la llamada pistola estándar, en la que la federación española no permite competir a mujeres. Y la pistola que se utiliza para pistola estándar es la misma que la que se utiliza para pistola deportiva o pistola damas, en la que sí se les permite competir. También son los mismos disparos (60), a la misma distancia (25 metros), a la misma diana, con el mismo calibre (22). Es decir, no hay criterio técnico deportivo que justifique la discriminación de impedir a las mujeres competir en la modalidad de pistola estándar por parte de la federación española de tiro.
En la Federación Andaluza, el pasado fin de semana se celebró el campeonato de Andalucía de pistola estándar. Rosa Valentín, tiradora de reconocido prestigio a nivel regional, solicitó la inscripción a la mencionada federación. Fue admitida, pero se le advirtió que competiría con los hombres, que no se crearía la categoría de pistola estándar damas. A ella le pareció bien. Competir en plano de igualdad con los hombres. De hecho, a Rosa Valentín le duelen las manos de levantar trofeos ganándole a hombres. Pero Rosa Valentín tiene 57 años, y si compite con los hombres, le corresponde competir en la categoría de veteranos, que es donde compiten los hombres de su edad. Pues no fue así. Los hombres de más de 55 años entraron en la categoría de veteranos. Y ella, por ser mujer, entró en la categoría de senior. Razón: ninguna. Según palabras de un dirigente de la Federación Andaluza: “demasiado hemos permitido con dejarla competir, para que ahora tengamos que ponerla en veteranos”. De vergüenza. Ello conlleva otra discriminación implícita, ya que a los pertenecientes a la categoría veterano se les exime de puntuación mínima para renovar su licencia de armas. Por tanto, los hombres de más de 55 años, tienen ese privilegio, pero no las mujeres.
Lo mismo ocurre en el caso de la modalidad de Fuego Central y pistola 9 mm. Las Federaciones Española y Andaluza permiten a los hombres competir en dichas modalidades, pero a las mujeres se les impide competir. Ya no es que las mujeres compitan entre ellas, es que se les impide la inscripción en los campeonatos para que entren en la misma categoría que los hombres. ¿Criterios técnicos deportivos? No hay. Pueden las mujeres competir en recorridos de tiro con las mismas armas que se utilizan en fuego central y pistola 9mm, pero se les impide participar en estas modalidades. La Guardia Civil permite a las mujeres adquirir armas para las modalidades de fuego central y pistola 9 mm. Pero la federación les impide competir, por lo que no pueden renovar sus licencias.
Es curioso, por decir algo, que por un lado algunos dirigentes de la Federación Andaluza vayan de progres, obligando en ciertas competiciones a los deportistas a ir en ropa deportiva, bajo amenaza de no contar en la clasificación y no recibir trofeo si no se uniforman como ellos dicen, y por otro lado discriminen a la mujer andaluza y dejen ver la cara más machista del fascismo retrógrado de los regímenes totalitarios.
Hoy vuelvo a recordar atónito, las palabras (por escrito) del presidente de la Federación Española de tiro, cuando Rosa Valentín le requirió para que reconociese el derecho de las mujeres a competir en las mismas condiciones de igualdad que los hombres, en 1999. Contestó ésto: “reconocer lo que me pide sería absurdo, pintoresco e incluso grotesco”.
