martes, septiembre 29, 2009

Las banderillas de Usain Bolt



Estuve hace poco en la Maestranza, y reflexionando sobre los toreros banderilleros del momento, me hice la siguiente pregunta ¿Sería Usain Bolt un buen banderillero? Bueno no, sería excelente. Estamos ante una saga de toreros banderilleros don de prima la velocidad, la potencia, el sprint, a la técnica depurada. El toro corre que se las pela, pero el torero le saca dos metros, pasa de largo y le pone un par de banderillas, pegando un buen salto, y a toro pasado.

Así no las ponía el bueno de Manolo Montoliú, ni el maestro de maestros, Esplá. Hay banderillas a media vuelta, al cuarteo, al quiebro, al sesgo, al vola´pié, a pie firme, a toro corrido, galleando, al recorte... y muchas más. Pero las de ahora, las de correr los 40 metros en 3 segundos, esas son las banderillas a lo Usain Bolt, que las pondría muy bien Diego Capel, o Jesús Navas.

Mirad la foto que se acompaña. Con el toro de frente, en la testuz del cornúpeta, el pequeño Esplá se hace grande y clava los garapullos donde hay que clavarlos. Téncia depurada, velocidad la justa. Finura, arte en suma.

miércoles, septiembre 23, 2009

El libro de oro

El libro de oro del Dr. Tangalanga.

He leído buenas obras estos últimos tiempos. “Ángeles Asesinos”, de Michael Shaara”, que cuenta la batalla de Gettisbourgh, desde una doble perspectiva, la del bando unionista y desde el bando secesionista, centrándose fundamentalmente en la psicología de sus personajes. Es considerada una de las mejores novelas bélicas de todos los tiempos.

Me encantó el final de “Los 36 hombres justos”, de Sam Bourne, un thriller policíaco con tintes religiosos. Cuando una novela termina de la forma tan bonita como termina ésta, te dan ganas de “agarrar” rápidamente otra novela y empezarla. Y tengo pendientes obras del japonés de moda, Haruki Murakami, como “Sauce ciego, mujer dormida”, y “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, que tienen una buena pinta tremenda.

Pero la que he iniciado esta semana se lleva la palma. Puede ser mi libro de cabecera, junto a “El arte de la Guerra”, de Sun Tzu y “El guerrero de la luz”, de Paulo Coelho”. Se trata de “El libro de oro”, del Dr. Tangalanga, de editorial Planeta. Comienza el libro con una especie de autobiografía resumida del Dr., para dejar paso a una serie de transcripciones de sus mejores llamados y delirios tarufetianos.

Es es libro ideal para leer cinco minutos, no más, antes de irte a la cama, y llegar al catre con una sonrisa en los labios. No lo he encontrado en las librerías españolas, ni siquiera online, por lo que he tenido que encargarlo en Argentina. Treinta euros portes incluidos en www.tematika.com. Merece la pena.

En él podés aprender frases del maestro para putear, como “ponéte de perfil”, “te pongo una mano encima y te hago mierda”, “toma nota de mi teléfono: 684-685-1523. Me sobra un número. Metételo por el orto”, etc.

También podés tomar nota de los nombres y apellidos que utiliza el maestro: Rabufetti, Rocatagliata, Tarufetti, Berutti, Cantaluppi, Raúl Caseratta, Raul Atenas, de la inmobiliaria Massashusetts, Caratetti, Sr. Durañona, Raúl Formentera, Garibotta, Garibotti, Garchetta el hermano de Gandolfi (dos hermanos que no tienen el mismo apellido), Ragasachi, Licenciado Varela, Raúl Standard, Cardetti, Taretti (con h en medio), Venturetti.

El maestro hizo un llamado a una empresa de publicidad para poner una pancarta, a modo de las que salen en las vueltas ciclistas (en Argentina se llaman pasacalles), y tras discutir la calidad, el precio, la licencia municipal, etc, le dijo a la operadora, “bueno, el texto que quiero poner es el siguiente: Si estás en contra del aborto te pueden partir el orto”, o “Dorita, dame una oportunidad, ¿querés garchar conmigo?”. Cuando la operadora le dijo - ¡yo no puedo poner eso!, el Dr. le respondió: - Oíme, dije Garchar, no dije coger”. Y aquel inolvidable: “Si remontás un barrilete te parto el ojete”. O ese carpintero al que llamó y le dijo: "Me arreglaste el techo tan mal, que cuando llueve salimos al patio".

El Dr. tiene 93 años, y es un deleite oirle putear por teléfono. En la red hay cantidad de llamados colgados en youtube. Pero el libro quedará para la posteridad.

Muchos de vosotros no lo comprenderéis, pero os dejo uno de sus versitos más afamados:

¿Por qué cortaste esa rosa?
¿Por qué cortaste esa rosa que mi madre tan dulcemente cultivó?
¿Por qué cortaste esa rosa, la puta que te parió?

O aquella frase lapidaria, muy apropiada para una que yo conozco, que dice:
“Estás tan amargada, siempre mostrando tu histeria, que es por eso que tenés, todo el orto a la miseria”.

Os dejo un llamado del autor.