sábado, febrero 02, 2008

En el nombre de Dios, el compasivo, el misericordioso...



Así empiezan todos las azoras del Corán, el libro sagrado para los musulmanes. Frederik Kanouté, cada vez que narca un gol, levanta sus manos al cielo y recita un verso. El gigante Malí da gracias a su Dios por jugar en el dos años seguidos mejor equipo del mundo UEFA. Da gracias a Dios por ser afortunado y no sufrir la pobreza de sus compatriotas. Alaba al cielo y extiende sus dedos índices reconociendo que esa milésima de segundo en anticiparse en un remate, ese centímetro de diferencia que hace un balón entrar en la portería o chocar con el poste, está más allá de la decisión de los hombres.
Hoy el gigante malí, levanta los brazos al cielo y da gracias a su Dios porque ha sido elegido mejor jugador de África. Ni los jugadores del Chelsea, ni del Real Madrid, ni del Barcelona. Un jugador del mejor equipo del mundpo que vino hace dos años con los comentarios de que no era un 9, de que era viejo, de que no tenía gol, de que era demasiado caro. El Corán dice que sólo hay un único Dios, Alá, el compasivo y misericordioso. No lo creo. Pero por si acaso, al Dios al que tu rezas, y al que yo rezo le pido que sigan protegiéndote, Kanouté, mejor judador de África 2007.

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