martes, mayo 01, 2012

El primer nazareno de la Semana Santa




          Su nombre es Carlos Domínguez. Tiene cinco años. Con su mano izquierda varita de plata. Con su derecha se asa al cíngulo de su padre, que porta la Cruz de Guía de la Hermandad de San Roque. Ha sido su primera estación de penitencia. Disfrutó tanto que no es posible narrarlo con palabras. Su padre no disfrutó menos. Ambos marcaron el rumbo de sus hermanos el Domingo de Ramos. Llegaron a Campana y Carlitos fue el objetivo de todos los fotógrafos. El nazarenito de San Roque que no soltaba el cíngulo de su padre abría la Semana Santa.

          Ese cíngulo albimorado es una metáfora del amor paterno-filial. Siempre estará ese cíngulo para que Carlos siga el camino de su padre, sea Domingo de Ramos o no. Siempre lo encontrará su mano para agarrarse, para que no se pierda. Algunas cruces nos pone Dios en nuestra vida, y encontrar el cíngulo donde agarrarte hace más fácil la penitencia. Carlitos, dentro de algunos años, podrá portar la Cruz de Guía de su Hermandad. Si estoy allí para verlo, no dejaré de recordar la Semana Santa de 2012, en la que el "Nazarenito de San Roque", al que solo le faltó pedir la venia, no se separó del cíngulo de su padre en ningún momento.

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