Todo es química. O bioquímica para ser más precisos. El Código Civil sigue reconociendo la vida, y permite la inscripción registral del nacido, cuando está 24 horas desprendido del seno materno en condiciones de ser viable. El Código Penal, que cambia rápidamente acorde a los cambios sociales, reconoce la protección del nasciturus castigando los daños al feto y el aborto ilegal. Pero en realidad, la vida es vida, desde que en las células es posible identificar ácido desoxiribonucleico. ADN. Con una muestra de ADN es posible dibujar el mapa genético del individuo, aún no nacido, prevenir sus enfermedades, modificar sus lesiones congénitas, etc. Que sea hombre o mujer el nacido, determinará, aparte de su diferencia sexual, que segregue o produzca estrógenos, si es mujer, o testosterona si es hombre. Los primeros producirán la feminidad, el redondeo y aumento de senos; los segundos, la masculinidad, el mentón pronunciado, el bello corporal, la valentía.
Esto viene a cuento porque un conocido mío, varón (macho es otra característica que hay que demostrar), ha decidido depilarse con técnica láser las piernas y hacerse las ingles brasileñas. Como lo leen. ¿Es una falta de testosterona? ¿Se habrá confundido y habrá ingerido anticonceptivos femeninos? Lo cierto es que el chaval tiene un déficit de producción de testosterona agudísimo. Debemos ayudarle entre todos. Aún tiene cura. Que nadie nos diga que lo dejamos de lado. Demasiado tiene él con lo suyo. Ánimo Trucho.
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